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Lo primero que deseo decirte es que te “Felicito” y te “Admiro” porque lo has hecho lo mejor que podías con las herramientas que tenías y las circunstancias que te rodeaban.
Y ahora que te has puesto “manos a la obra” para mejorar esos aspectos de tu infancia que están bloqueando tu felicidad actual, es importante que pongas tu atención en trabajar esta 3ª Etapa.
Esta etapa tiene que ver con el aprender a separarnos y establecer límites. Aprender a decir que no, que podemos tener una opinión personal y pensar por nosotros mismos. Aprender a expresar y regular nuestras emociones.
Necesitamos aprender a separarnos de nuestros padres y confiar que no vamos a perder su amor. Es una etapa que marca el paso entre la dependencia y la autonomía, y en la cual aprendemos a decir “no”.
Si en esta etapa nos amenazan con abandonarnos cuando nos alejamos o nos expresamos, se está suprimiendo nuestra independencia. Y si por el contrario, nuestros progenitores nos quieren convertir en adultos antes de tiempo podemos sentir mucho miedo. Lo que hayamos experimentado de niños en este momento se repetirá cuando seamos adultos, estableciendo un mandato de que no tenemos derecho a estar ahí y de esperar consideración y privacidad”
Tenemos que entender que sin límites es difícil también separar entre lo que está bien y lo que está mal y es a través de la relación con los demás que establecemos lo que es aceptable y no aceptable.
Y el dialogo interno que se forma en nosotros es: “No puedo separarme sin que me dejen de querer”, “Si digo que no se van a enfadar” “Tengo que ocuparme de los demás”
Pero, tenemos una buena noticia, a través de nuestra conexión con nuestro niño interior podemos restaurar ese momento y sanarlo. A continuación, te propongo algunas acciones reparativas para que puedas ir trabajando:
Cuida a tu niño interior ofreciéndole cariño, seguridad y protección.
Celebrar tus éxitos.
Hacer algo que te agrade y cuando lo consigas celebrarlo
También puedes realizar algunas de estas afirmaciones:
“Me alegra que estés empezando a pensar por ti mismo.
“Puedes decir que no y te respetaré”
“No hay nada de malo en que te enfades”